El Binomio de Oro vuelve a Codiscos: preparan dos producciones para 2026

En el auditorio del Hotel Sonesta de Valledupar se selló de nuevo una alianza interesante en la industria de la música vallenata. Se trata del regreso del Binomio de Oro de América a Codiscos, luego de más de 10 años de no trabajar juntos, lo cual promete sorpresas para los seguidores de la música de la Universidad del Vallenato, que en 2026 cumplirá 50 años de hiostoria.

Israel Romero, el ‘Pollo Irra’, fue el encargado de poner la firma en el contrato, al lado de Andrés Ovalle, presidente de Codiscos, para protocolizar el reencuentro y de paso anunciar todo lo que tienen preparado ambas organizaciones.

“Ellos han renovado muy sustancialmente lo que es el grupo de promoción nacional e internacional y creo que esa plataforma la necesitamos nosotros, tanto la música vallenata como el Binomio de Oro para impulsar nuevas canciones porque no podemos quedarnos siempre anclados en los clásicos”, dijo el acordeonero, al referirse a los avances que como organización ha realizado la disquera.

Andrés Ovalle, a su turno, también manifestó su complacencia por el reencuentro. Destacó la oportunidad que tiene Codiscos de poner en un nuevo trabajo del Binomio de Oro de América el sello tecnológico, organizacional y toda su trayectoria en la industria musical colombiana.

“Cuando se habla del Binomio no se habla únicamente de un grupo, se habla de un estilo que transformó el vallenato, que lo volvió moderno sin perder la raíz, que llevó nuestras melodías hasta rincones donde antes no había llegado ningún artista colombiano”, expresó Ovalle.

Esta firma producirá dos trabajos. Uno de ellos ya está en proceso, según lo manifestado por Romero ante los medios de comunicación. Tendrá aproximadamente 14 canciones, incluidas dos de su autoría. El segundo trabajo musical es la realización de un sueño que desde hace décadas tiene este acordeonero oriundo de Villanueva, sur de La Guajira.

“En el próximo trabajo que le estoy hablando voy a tratar de invitar a las leyendas viviendas como Poncho Zuleta, Iván Villazón, Beto Zabaleta, Silvio Brito, voces como de esa categoría si me quieren acompañar pues voy a tratar de hacerlo”, concluyó.

María José Arias Pérez, reina del acordeón con cinco coronas

Por Juan Rincón Vanegas, Fundación Festival de la Leyenda Vallenata.

@juanrinconv

La Reina Menor del Acordeón del 58° Festival de la Leyenda Vallenata, María José Arias Pérez, en este año de su reinado alcanzó los mayores triunfos llegando a sumar cinco coronas. Ella, quien cuenta con 13 años y nació en Fusagasugá, capital de la Provincia del Sumapaz, ubicada en el departamento de Cundinamarca, comenzó desde muy niña a sacarle notas al acordeón, teniendo el respaldo de sus padres Luis Carlos Arias Bernal y Yeni Patricia Pérez Cagua.

Para ‘Majo’, como es conocida la reina menor, ganar cinco coronas significó muchos ensayos, aprendizaje de las canciones en sus distintos aires y saber que la competencia no era fácil, sin olvidar sus estudios de noveno grado que cursó en el Colegio Ricaurte de su tierra, donde el promedio global de calificación estuvo entre 4.7 y 4.8, sobre cinco.

Los cinco triunfos los obtuvo en su orden. Festival de la Leyenda Vallenata (Valledupar); Encuentro Femenino Evafe, Festival de las Mujeres, (Valledupar); Festival Cuna de Acordeones (Villanueva, La Guajira); Festival Vallenato USA (Miami – Florida, Estados Unidos) y Festival Vallenato, cuarta versión (Silvania-Cundinamarca).

Este excelente desempeño la llevó a recibir la Orden de la Democracia Simón Bolívar por parte de la Cámara de Representantes, por su papel como embajadora cultural y su compromiso con las tradiciones musicales del país, en este caso el vallenato. En el acto se destacó al Festival de la Leyenda Vallenata como uno de los eventos más emblemáticos de la cultura nacional.

A ´Majo’, los logros como acordeonera la llevaron a acompañar en distintos escenarios a artistas como Poncho Zuleta, Carlos Vives, Silvestre Dangond, Jorge Celedón, Nelson Velásquez, Elder Dayán y Diego Daza, entre otros. “A ellos les agradezco la confianza y el cariño por permitirme tocar mi acordeón con toda la emoción y ante una inmensa multitud”, dijo la reina.

 

El acordeón le llamó la atención

Ella contestó distintos interrogantes comenzando por el aprendizaje del acordeón. “A pesar de ser un instrumento nativo de nuestra costa caribe colombiana, el acordeón y el vallenato siempre llamaron mi atención desde muy pequeña. El primer acordeonero que escuché fue al maestro Egidio Cuadrado, interpretando los Clásicos de la Provincia al lado del cantante Carlos Vives”.

Para ‘Majo’, ganar el Festival de la Leyenda Vallenata fue un sueño cumplido. “Al ser el festival más representativo e importante de nuestro folclor vallenato, fue una experiencia hermosa. Me enseñó demasiado no solo para construirme, sino tener la mayor confianza en sí misma”.

Continúo al mando de la palabra. “Considero que la música vallenata es uno de los patrimonios culturales más importantes de Colombia, que no sólo debemos seguir interpretándola, sino también preservándola para que pueda durar por muchas más generaciones. Por eso la seguiré representando con todo el amor, así como promoveré el papel de la mujer en un medio que se ha ido interiorizando con la maravillosa interpretación femenina que predomina en la actualidad”.

Dedicó un espacio de la charla a sus padres. “El apoyo de mi papá y mi mamá ha sido fundamental en mi proceso musical. Desde el principio de mi carrera han sido los que me han brindado toda su confianza, acompañándome en cada proyecto, cada producción y cada competencia. Gracias a Dios y a ellos, y el cariño de mi hermanita María Salomé, he podido ser una ganadora, y más ahora con cinco coronas a nivel nacional e internacional”.

Pasando a otro tema, señaló sus gustos además de la música vallenata. “Aparte de tocar mi acordeón y componer algunas canciones, tengo momentos de esparcimiento con mi familia y amigos. Me encanta el deporte, especialmente el voleibol. También la cocina y la buena lectura. A leer le dedico mucho tiempo”.

Finalmente, sobre sus nuevos propósitos, señaló. “Después de haber culminado el proceso artístico muy exitoso, tengo muchas metas y sueños por cumplir con mi acordeón. Voy a seguir expresando mi amor por la música vallenata mediante distintos proyectos y presentaciones previstas. Representaré con orgullo a la música vallenata, siendo esa joven del interior del país que agradece y está llena de cariño para todos”.

Todo comenzó para María José Arias Pérez, cuando el jueves primero de mayo de 2025, interpretó en la final del concurso de acordeonera menor, el paseo, ‘El gallo viejo’ (Emiliano Zuleta Baquero); el merengue, ‘Siniestro de Ovejas’ (Carlos Araque); el son, ‘A un grande’ y la puya ‘Tengo las cualidades para ganar’, de su autoría, obteniendo la primera corona. Tuvo como acompañantes en la caja a Jhon James Rico Rodríguez, en la guacharaca a María José Suárez Rada y en el canto a José Mathías Maestre Solano.

Para alcanzar estos cinco triunfos significó haber unido el talento, la perseverancia, la disciplina y el amor al folclor vallenato, llevando al jurado, como lo hacen los profesores en su institución educativa, a ponerle la máxima nota.

Por eso, cada vez que ‘Majo’ se presentó en Colombia o el exterior y recibía aplausos, pensaba en el Festival de la Leyenda Vallenata donde recibió las alegrías más grandes que el arco iris en el cielo. Ahora, aquel momento cuando su nombre era el primero en las competencias, no solamente es una foto, sino la historia de una niña que aprendió a brillar teniendo el acordeón en el pecho y creyendo en lo que le dictaba el corazón.

 

Las inolvidables notas de ‘Juancho’ Rois

Según el calendario, han pasado 31 años desde la muerte de Juan Humberto Rois Zúñiga, pero según los amantes del folclor vallenato ‘Juancho’ Rois no ha muerto. Las melodías que tocó con su acordeón este sanjuanero se escuchan con más fuerza a diario e incluso muchos se atreven a decir que “otro como ‘Juancho’ no ha nacido”.

Y esta última afirmación es contundente. Resulta que Rois se las ingenió para hacerse inmortal en el folclor, por varias razones: la principal es que su estilo en el acordeón es sin igual, porque no solo tenía pulso y melodía, sino que su pasión por la música lo llevaba a escuchar otros géneros, de los cuales nutría su repertorio.

“Era un acordeón que apenas tu escuchabas su introducción era una cosa impresionante. Tu escuchabas el acordeón de ‘Juancho’ Rois y te parabas o te parabas”, menciona el acordeonero Rolando Ochoa en el documental ‘El Acordeón de Juancho’, producto audiovisual generado por la Oficina de Comunicaciones de la Gobernación del Cesar y lanzado el 26 de junio de 2025.

En ese mismo documental, dieron testimonio artistas como Juan Piña, con quien ‘Juancho’ Rois grabó una producción discográfica de la cual le quedó como remoquete ‘El Fuete’. “Todo lo que hizo en El Fuete, los adornos para la voz, los coros, todo fue hecho por él (por Juancho)”, menciona Piña.

El mismo cantante recuerda que “había una camada de acordeoneros en ese entonces: Alfredo Gutiérrez, Luis Enrique Martínez, Colacho, Emilianito, que era en ese entonces de los más admirados, y decía que Juancho era el acordeonero del presente y del futuro”.

‘Juancho’ Rois, ‘La Locura’

Era el 21 de noviembre de 1994 cuando la noticia se conoció: Juan Humberto Rois Zúñiga, el mismo que protagonizó una final de ataque en el Festival Vallenato, al ser vencido en el acordeón por el joven Julián Rojas, a quien ‘Juancho’ le prestó su mismo acordeón, falleció en un accidente aéreo junto al técnico de acordeones Eudes Granados y al bajista Rangel ‘Maño’ Torres.

Ellos se encontraban de gira en Venezuela y formaban parte de la agrupación de Diomedes Díaz, quien en esa oportunidad no quiso acudir a cumplir ese baile ‘extra’ e incluso advirtió a sus compañeros que no lo hicieran.

Preciso, junto a Diomedes Díaz, ‘Juancho’ Rois escribió las ‘páginas de oro’ de su carrera musical. Con ‘El Cacique’ de La Junta grabó los álbumes ‘La Locura’ (considerado por los folcloristas como uno de los mejores trabajos hechos en el vallenato), ‘Ganó el folclor’, ‘El cóndor herido’, ‘Canta conmigo’, ‘Mi vida musical’, ‘El regreso del cóndor’, ‘Título de amor’ y ’26 de Mayo’.

El compositor, el hombre

 

Ver documental aquí

Además de un apasionado por el acordeón, ‘Juancho’ Rois también era un gran compositor de la música vallenata, era dueño de obras como ‘Por qué razón’, grabada por el mismo Diomedes Díaz y ‘No comprendo’, también grabada por ‘El Cacique’, entre otras.

Las cualidades humanas de Rois eran tantas, que sus amigos de ‘La Flotica Sanjuanera’ todavía se reunen a recordarlo cada día. Lo califican como un hombre detallista, bromista e incluso un gran cocinero, que en sus ratos libres deleitaba a todos.

“Nosotros no sabíamos la magnitud de artista que teníamos”, señala Jaime Enrique Alario Daza, amigo de ‘Juancho’, mientras que el acordeonero Israel Romero recuerda de ‘Juancho’ que “se veía que lo querían mucho sus compañeros de la agrupación. Era alegre, mamador de gallo” y al tiempo el cajero Tito Castilla recuerda que ‘Juancho’ “era extrovertido, que se jugaba con nosotros”.

Cuando ‘Juancho’ Rois murió tenía poco de casado y su hijo apenas estaba en el vientre de Jenny Dereix. Al cumplirse esta fecha, entre tanta nostalgia, Juancho Rois Dereix recurrió a la inteligencia artificial para abrazar a su padre, con un emotivo mensaje en sus redes sociales: “31 años de tu ausencia y este año la IA me regaló algo que nunca tuvimos: un abrazo y una foto contigo. No reempleza nada, pero me recordó que tu presencia sigue viva en mi corazón y en cada paso que doy. Descansa en paz, papá”.

El ‘Drama provinciano’ donde se estrenó como cantante Jorge Celedón

Por Juan Rincón Vanegas

@juanrinconv

 

Oye mamá en la puerta hay un Señor que dice que es mi papá, y que quiere hablar contigo. Dímelo ya, dilo pronto por favor, porque si ese es mi papá, se lo diré a mis amigos”.

Una mañana de mediados del mes de agosto de 1981 el compositor y cantante Daniel Celedón Orsini le dijo a su sobrino Jorgito, quien constantemente se la pasaba cantando en su pueblo Villanueva, La Guajira, que lo iba a invitar a grabar una canción con su acordeonero Ismael Rudas con quien conformaba la agrupación ‘El Doble Poder’. Era un proyecto musical a tres voces donde también haría parte la cantante Mélida Yará Yanguma, más conocida como ‘La india Meliyará’.

Efectivamente fue una realidad y desde el primer momento que salió el disco donde estaba incluida la canción ‘Drama provinciano’ de la autoría del compositor Lenín Alfonso Bueno Suárez, Leabus, tuvo total aceptación por su profundo impacto emocional y las voces invitadas. Ese fue el comienzo como cantante de Jorge Celedón Guerra.

Al respecto Daniel Celedón Orsini, anotó. “Cuando el compositor Lenín Alfonso Bueno Suárez me entregó la canción ‘Drama provinciano’ pensé en Jorgito, quien ya mostraba cualidades para cantar. Probamos al pelao y nos salió bueno. A Jorgito, hijo de Alfonso, mi hermano mayor con Maura Guerra, lo tuve 10 años en Barranquilla. Allá grabó con Luís Villa y tiempo después pasó a El Binomio de Oro de América, de nuestro paisano Israel Romero. Desde ese momento comenzó su verdadera proyección hasta tener su propia agrupación y de allí en adelante todos conocen su historia”.

Más adelante destacó que su sobrino en la música comenzó bien y toda la vida ha sido un triunfador. Recordó que en muchos festivales le cantó sus canciones inéditas, ocupando la mayoría de veces los primeros lugares. “Él se enamoraba de mis canciones y les ponía todo el sentimiento para que surtieran el efecto deseado. Siempre lo apoyé y hemos tenido una cerrada amistad”.

Seguidamente destacó un hecho de agradecimiento por parte de Jorge Celedón. “Me emocioné cuando invitó a Ismael Rudas y a mí, a un concierto en el Parque Simón Bolívar de Bogotá. donde asistieron más de 25 mil personas. Nunca se me podrá olvidar la fecha del 24 de noviembre de 2005, donde se hizo un recorrido por su trayectoria musical”.

Sobre la canción ‘Drama provinciano’ y sus inicios en la música Jorge Celedón, aseveró. “Esa fue la gran oportunidad que Dios y mi tío Daniel me dieron. No le he quedado mal y siempre viviré agradecido. También soy un convencido que con nuestra música vallenata podemos llegar lejos, tan lejos como queramos, pero debemos tener presentes a los juglares, a los maestros que nos marcaron el camino y que han permitido que nosotros seamos los voceros de aquello que comenzó pequeño y hoy es muy grande”.

Entre sus recuerdos musicales en la horma de su pensamiento aparece la canción ‘¡Ay ombe!, donde florece la naturaleza embelleciendo el camino y se suman fragmentos del sol colgando sobre las ramas sin hojas. “Hermoso Cañaguate florecido si pasa dile que deje el afán, por favor embellécele el camino que pise de tus flores el andar”.

Este es el primer verso de la canción en aire de son que le otorgó un nuevo reconocimiento al artista, quien tiene como arma el poder del sentimiento haciendo posible que su voz tenga el imán para atraer a miles de personas, y rendirle tributo a una música que nació en los corrales, teniendo como gestores a juglares quienes propagaban mensajes cantados teniendo en el pecho un acordeón.

Con estas merecidas letras se pinta la humildad, disciplina, liderazgo y talento de Jorge Celedón, el cantante, el compositor, el hijo bueno, el artista grande y el hombre que ostenta con todos los honores el Premio Grammy Latino Cumbia/Vallenato.

Emoción sublime

Está crónica pudo iniciarse diciendo. “Jorge Celedón comenzó su periplo por el mundo musical haciendo el papel de niño en un drama provinciano que escribió un reconocido compositor, y quién iba a pensar que con el paso del tiempo iba a llegar a lugares inimaginados”. Pero, para qué escribir por ahora más frases en homenaje del artista, si está como en la canción de Leandro Díaz, viviendo horas felices, siendo necesario expresar: Juepa je, Ay ombe y con emoción sublime cantar al unísono. “Qué bonita es está vida y aunque a veces duela tanto y a pesar de los pesares siempre hay alguien que nos quiere, siempre hay alguien que nos cuida. Qué bonita es esta vida y aunque no sea para siempre, si la vivo con mi gente es bonita hasta la muerte”.

Hoy, todavía resuenan los recuerdos de una mujer haciendo el papel de mamá, cuando le dijo a su hijo que su papá estaba en el cielo y no pudo conocerlo. Este drama provinciano desnudó una realidad donde el sentimiento aterrizó en el desierto, sospechando para siempre que la soledad no dejó entablar ninguna conversación, quedando entonces sin oficio el corazón. Además, como lo relató el escritor Gabriel García Márquez, no se tuvo una segunda oportunidad sobre la tierra, sobresaliendo una frase contundente. “Ay ombe, cuánto sufrimos los niños por los errores de los mayores”.

 

A sus 70 años Israel Romero, ‘El Pollo Irra’, sigue picando su acordeón

Por Juan Rincón Vanegas

@juanrinconv

El acordeonero, cantautor y productor Israel Romero Ospino, ‘El Pollo Irra’, bautizado así por el cantautor Daniel Celedón, nació el sábado 15 de octubre de 1955 en Villanueva, La Guajira, siendo el quinto de nueve hermanos del hogar conformado por Escolástico Romero Rivera y Ana Antonia Ospino Campo ‘La Nuñe’. Además, por su amplia trayectoria la Academia de la Música de Alemania, el primero de diciembre de 1998 le otorgó el título de ‘El mejor acordeonero del mundo’.

Toda una historia que han catapultado su carrera artística hasta llegar a recibir el próximo año, el homenaje en el 59° Festival de la Leyenda Vallenata, al lado de su inolvidable compadre Rafael Orozco y el Binomio de Oro de América. Además, recibirá la corona de Rey Vallenato Vitalicio.

Ante esto, tuvo palabras de agradecimiento. “Esta es una alegría inmensa que comparto con todos, unido a la familia de mi compadre Rafael Orozco y la familia de El Binomio de Oro de América. Mantenerse durante una cantidad de años no es nada fácil y este homenaje es extraordinario porque lo hace el Festival de la Leyenda Vallenata, el más importante de Latinoamérica y el mundo”.

 

La gran unión

Todo tomó forma el miércoles 16 de junio de 1976, tiempo después de Israel Romero y Rafael Orozco conocerse y compartir incluso presentaciones. “Estábamos en una fiesta de cumpleaños del locutor Lenín Alfonso Bueno Suárez, pero la persona que nos llevó se fue sin decirnos. Nos dejó tirados y salimos a tomar un taxi. En esa caminata conversamos la posibilidad de trabajar juntos. Comenzamos a hablar de la ropa que íbamos a lucir y hasta el nombre del grupo”.

Israel Romero llenó de todas las añoranzas continuó. “Después decidimos ir a Valledupar para informar el anuncio de nuestra unión. Estuvimos en Radio Guatapurí y el locutor Isaac León Durán, nos dijo que hacíamos un buen Binomio. Al llegar a grabar en Medellín para el sello Codiscos, al nombre le añadimos las iniciales de nuestros apellidos y quedó El Binomio de Oro”.

La expectativa era total y el 15 de septiembre de 1976 se lanzó el disco El Binomio de Oro que contenía 10 canciones: ‘La creciente’ (Hernando Marín), ‘Bonito el amor’ (Juan Vanegas), ‘Seguiré penando’ (Leandro Díaz), ‘El rey’, (Rafael Martínez Céspedes), ‘Cosas bonitas’ (Sergio Moya Molina), ‘Eterno enamorado’ (Edilberto Daza), ‘El pataleo’ (Alfonso ‘Poncho’ Cotes Jr.), ‘Momentos de amor’ (Fernando Meneses), ‘’Rebeca’ (Vicente ‘Chente’ Munive), y ‘La gustadera’ (Alberto ‘Beto’ Murgas). En total las 10 canciones tienen una duración de 34 minutos y 41 segundos, y como dato curioso los nombres y apellidos de los dos artistas tienen 12 letras cada uno.

Rafael Orozco e Israel Romero, juntos en El Binomio de Oro grabaron 19 trabajos musicales desde 1976 hasta 1991, logrando una serie de éxitos, entre ellos vallenatos clásicos. Después, ante la trágica muerte de Rafael Orozco en Barranquilla el 11 de junio de 1992, continuó El Binomio de Oro de América, quien ha seguido llevando la bandera del folclor vallenato por muchos países del mundo.

 

Proyectos musicales

Israel Romero también hizo énfasis en varios proyectos musicales, siendo el primero el lanzamiento de una canción al lado del artista samario Carlos Vives. “Sé que les va a encantar el encuentro con Carlos Vives, quien ha hecho un inmenso aporte a nuestra música colombiana”. Un acordeón y una voz unidas con el mejor propósito musical. De igual manera anunció que iba a grabar una producción musical con varios cantantes, caso Poncho Zuleta, Iván Villazón, Beto Zabaleta, Silvio Brito e Ivo Diaz, entre otros.

En medio de la develación del afiche promocional del 59° Festival de la Leyenda Vallenata le hicieron el anuncio por parte de la Alcaldía de Valledupar de instalar una escultura como tributo a El Binomio de Oro. “Esta obra será un símbolo de reconocimiento a la trayectoria artística de Israel Romero y Rafael Orozco, El Binomio de Oro, cuyo estilo inconfundible y éxitos abrieron una nueva era en la música vallenata”.

Al respecto Israel Romero, manifestó. “Quiero agradecer a Valledupar, al alcalde Ernesto Orozco por su bonito homenaje, porque tener una escultura es algo muy bonito. No imaginaba tenerla en Valledupar, por eso estoy altamente emocionado y ahora solo espero el día para llevar a cabo su inauguración al lado de la familia de mi compadre Rafael”.

El acordeón de Israel Romero sigue regalando melodías y la voz de Rafael Orozco se escucha con aquellos cantos que a lo lejos reflejan sentimientos, evocando la inspiración de muchos compositores quienes quedaron en la historia, o mejor en ‘Momentos de amor’ donde se respiraba el mismo aliento y aroma.

Y para no esconderse en la lejanía donde el adiós nunca toma impulso para regresar, se mira un nubarrón allá en el cielo señal de una fuerte tormenta esperando a la mujer que más se quiere. Ella no llegó, pero se conformó con un canto de esos donde El Binomio de Oro resucitaba el amor, y hasta una lágrima mostraba al mundo todo lo que hay por dentro.

Las notas del acordeón de Israel Romero se siguen escuchando dejando constancia de su maestría y recordando que comenzó a tocar solo, teniendo como modelo a su hermano Norberto. Es así como su estreno fue en el Festival Folclórico Patronal de Villanueva, La Guajira, evento anterior al Festival Cuna de Acordeones, donde concursó en la categoría de acordeón infantil ocupando el segundo puesto. También cuando que en la Iglesia Santo Tomás se dañó el órgano, y él con su acordeón acompañaba los cantos litúrgicos. Después, pasados los años las victorias fueron suyas y solamente se escucha: “Pica, pica, Pollo Irra”.

 

Consuelo Araujonoguera declaró ganadora a la canción ‘Nació mi poesía’

Por Juan Rincón Vanegas

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El 29 de septiembre de 2001 murió Consuelo Araujonoguera, quien supo darle la importancia a los juglares que se encargaban de entregar sus correos cantados por toda la geografía costeña. Desde 1968 todo lo llevó al Festival de la Leyenda Vallenata donde un hombre de 49 años llamado Alejo Durán Díaz, procedente de un pueblo llamado El Paso, cantó que en su pedazo de acordeón tenía el alma prendida. Es más, exaltó a Alicia María Cantillo Mendoza a quien su colega Juancho Polo Valencia adoró mucho.

‘La Cacica’, visionó la importancia de la música vallenata que tiene como compañeros a paseos, merengues, sones y puyas, donde cada acordeonero a su manera expresaba lo que le dictaba su corazón. Para ella, la música representaba mensajes de paz, fraternidad y alegría, siendo fundamental para consolidar este género como identidad de Colombia.

Definir a Consuelo Araujonoguera en pocas palabras no es nada fácil porque tenía claridad en sus conceptos, disciplina, planificación, visión, amor a lo suyo, a lo que sumaba su aporte a la consolidación de la música vallenata.

Sus palabras siguen sonando y se valora todo su aporte. “Aquí creamos y pusimos en marcha la defensa musical de nuestros propios valores y el sólo hecho de que después de 1968, cuando se llevó a cabo el Primer Festival de la Leyenda Vallenata, hayan surgido en toda Colombia muchos más; similares, parecidos, semejantes y en la mayoría de los casos exactamente iguales en contenido y mensaje, es es la refrendación inequívoca de lo que hicimos fue un acierto y lo sigue siendo como factor de unidad étnica y de aglutinamiento espiritual. Y esta, mejor que cualquiera es otra de las muchas conquistas que ha logrado el Festival de la Leyenda Vallenata”.

Nació mi poesía

Entre los hechos que hicieron historia está el Festival de la Leyenda Vallenata del año 1981, en el concurso de la canción vallenata inédita. En aquella ocasión el primer puesto fue declarado desierto. En consecuencia, el segundo lugar le correspondió a la canción ‘Nació mi poesía’ del compositor Fernando Dangond Castro, y el tercero a la obra ‘La superación de un hombre’ de Enrique Acosta Rada. El jurado estuvo integrado por Jaime Olivella Celedón, Fausto Cotes Núñez, Alberto Herazo Palmera, Luciano Dangond Guerra y Enrique Cabas Pumarejo.

Pasados 19 años, exactamente el 24 de febrero del año 2000 mediante la resolución número 054 firmada por Consuelo Araujonoguera, presidenta de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, se revocó la decisión del jurado y se declaró como la canción ganadora, teniendo en cuenta lo siguiente. “Rectificar como nos corresponde, el error cometido y hacer un acto de justicia con la canción ‘Nació mi poesía’ que fue despojada del título que realmente le correspondía”.

Agradecimientos

El médico y compositor Fernando Dangond Castro, sobre este acontecimiento único en la historia del Festival de la Leyenda Vallenata, anotó. “Era muy joven y la canté acompañado del grupo de guitarras Los Kankuis. El publicó me ovacionó, pero el jurado me dejó en el segundo puesto sin haber ningún ganador. Fue un veredicto fuera de lo común, sin lógica numérica, pero lo acepté. La idea era presentar una canción pegada a las entrañas de nuestro amado folclor vallenato y eso se logró”.

Continuó con su relato. “Pasados muchos años y cuando menos lo esperaba teniendo la vocería de Consuelo Araujonoguera, me otorgaron el primer puesto. Eso fue un evento bonito donde agradecí la decisión al declararme como Rey de la Canción Vallenata Inédita del año 1981. Me emocioné mucho por ese gesto de nobleza y generosidad. Definitivamente, Consuelo Araujonoguera entregó su corazón y su alma por nuestro amado folclor vallenato”.

La canción ‘Nació mi poesía’ ya se había consolidado en la voz de Jorge Oñate y el acordeón de Juancho Rois. “Nació mi poesía, como las madrugadas en mi pueblo, ardientes, puras y majestuosas. Mis versos viajeros y libres como el viento, cual astro fugaz del firmamento, en la noche hermosa”.

Consuelo Araujonoguera hizo posible que se le diera el valor a aquella canción escondida en el baúl del ayer, para ponerla en el más alto pedestal del folclor vallenato, y se pudiera cantar. “Porque el folclor de mi Valledupar, donde el amor nace en mil corazones, se eternizó en el alma del Cesar, en la alegría de mil acordeones. Ya no hay casitas de bahareque, se llena el Valle más de luces, no venden ya arepitas, queques, merengues, chiricana y dulces”.

Hace 24 años Consuelo Araujonoguera partió de la vida, dejando una frase premonitoria publicada en El Espectador el 8 de marzo de 1969. “Con el tiempo el vallenato se tomará el mundo”. Ella predijo la expansión global de la música vallenata. Como olvidarla si ella puso la tarea que se sigue cumpliendo al pie de la letra.

Consuelo Araujonoguera, sigue siendo recordada por todas sus hazañas irrepetibles, por haber sido ‘La Cacica’, ‘La Pilonera Mayor’, ‘La Mamá Grande del Vallenato’, Ministra de Cultura o ‘La novia del Valle’, esa que describió de la mejor manera el compositor Wiston Muegues Baquero. “Los vallenatos quedamos en mora, de hacerle un homenaje a la señora, que fuera en vida la novia del Valle, llevó en el alma este folclor tan bello, lo recibió cuando era pequeño le dio su vida hasta volverlo grande”.

Hoy más que nunca se añora a Consuelo, la mujer que le tenía miedo al mar, a los aviones, al dinero y que le gustaba el Salmo 103. “Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre”.