A sus 70 años Israel Romero, ‘El Pollo Irra’, sigue picando su acordeón

Por Juan Rincón Vanegas

@juanrinconv

El acordeonero, cantautor y productor Israel Romero Ospino, ‘El Pollo Irra’, bautizado así por el cantautor Daniel Celedón, nació el sábado 15 de octubre de 1955 en Villanueva, La Guajira, siendo el quinto de nueve hermanos del hogar conformado por Escolástico Romero Rivera y Ana Antonia Ospino Campo ‘La Nuñe’. Además, por su amplia trayectoria la Academia de la Música de Alemania, el primero de diciembre de 1998 le otorgó el título de ‘El mejor acordeonero del mundo’.

Toda una historia que han catapultado su carrera artística hasta llegar a recibir el próximo año, el homenaje en el 59° Festival de la Leyenda Vallenata, al lado de su inolvidable compadre Rafael Orozco y el Binomio de Oro de América. Además, recibirá la corona de Rey Vallenato Vitalicio.

Ante esto, tuvo palabras de agradecimiento. “Esta es una alegría inmensa que comparto con todos, unido a la familia de mi compadre Rafael Orozco y la familia de El Binomio de Oro de América. Mantenerse durante una cantidad de años no es nada fácil y este homenaje es extraordinario porque lo hace el Festival de la Leyenda Vallenata, el más importante de Latinoamérica y el mundo”.

 

La gran unión

Todo tomó forma el miércoles 16 de junio de 1976, tiempo después de Israel Romero y Rafael Orozco conocerse y compartir incluso presentaciones. “Estábamos en una fiesta de cumpleaños del locutor Lenín Alfonso Bueno Suárez, pero la persona que nos llevó se fue sin decirnos. Nos dejó tirados y salimos a tomar un taxi. En esa caminata conversamos la posibilidad de trabajar juntos. Comenzamos a hablar de la ropa que íbamos a lucir y hasta el nombre del grupo”.

Israel Romero llenó de todas las añoranzas continuó. “Después decidimos ir a Valledupar para informar el anuncio de nuestra unión. Estuvimos en Radio Guatapurí y el locutor Isaac León Durán, nos dijo que hacíamos un buen Binomio. Al llegar a grabar en Medellín para el sello Codiscos, al nombre le añadimos las iniciales de nuestros apellidos y quedó El Binomio de Oro”.

La expectativa era total y el 15 de septiembre de 1976 se lanzó el disco El Binomio de Oro que contenía 10 canciones: ‘La creciente’ (Hernando Marín), ‘Bonito el amor’ (Juan Vanegas), ‘Seguiré penando’ (Leandro Díaz), ‘El rey’, (Rafael Martínez Céspedes), ‘Cosas bonitas’ (Sergio Moya Molina), ‘Eterno enamorado’ (Edilberto Daza), ‘El pataleo’ (Alfonso ‘Poncho’ Cotes Jr.), ‘Momentos de amor’ (Fernando Meneses), ‘’Rebeca’ (Vicente ‘Chente’ Munive), y ‘La gustadera’ (Alberto ‘Beto’ Murgas). En total las 10 canciones tienen una duración de 34 minutos y 41 segundos, y como dato curioso los nombres y apellidos de los dos artistas tienen 12 letras cada uno.

Rafael Orozco e Israel Romero, juntos en El Binomio de Oro grabaron 19 trabajos musicales desde 1976 hasta 1991, logrando una serie de éxitos, entre ellos vallenatos clásicos. Después, ante la trágica muerte de Rafael Orozco en Barranquilla el 11 de junio de 1992, continuó El Binomio de Oro de América, quien ha seguido llevando la bandera del folclor vallenato por muchos países del mundo.

 

Proyectos musicales

Israel Romero también hizo énfasis en varios proyectos musicales, siendo el primero el lanzamiento de una canción al lado del artista samario Carlos Vives. “Sé que les va a encantar el encuentro con Carlos Vives, quien ha hecho un inmenso aporte a nuestra música colombiana”. Un acordeón y una voz unidas con el mejor propósito musical. De igual manera anunció que iba a grabar una producción musical con varios cantantes, caso Poncho Zuleta, Iván Villazón, Beto Zabaleta, Silvio Brito e Ivo Diaz, entre otros.

En medio de la develación del afiche promocional del 59° Festival de la Leyenda Vallenata le hicieron el anuncio por parte de la Alcaldía de Valledupar de instalar una escultura como tributo a El Binomio de Oro. “Esta obra será un símbolo de reconocimiento a la trayectoria artística de Israel Romero y Rafael Orozco, El Binomio de Oro, cuyo estilo inconfundible y éxitos abrieron una nueva era en la música vallenata”.

Al respecto Israel Romero, manifestó. “Quiero agradecer a Valledupar, al alcalde Ernesto Orozco por su bonito homenaje, porque tener una escultura es algo muy bonito. No imaginaba tenerla en Valledupar, por eso estoy altamente emocionado y ahora solo espero el día para llevar a cabo su inauguración al lado de la familia de mi compadre Rafael”.

El acordeón de Israel Romero sigue regalando melodías y la voz de Rafael Orozco se escucha con aquellos cantos que a lo lejos reflejan sentimientos, evocando la inspiración de muchos compositores quienes quedaron en la historia, o mejor en ‘Momentos de amor’ donde se respiraba el mismo aliento y aroma.

Y para no esconderse en la lejanía donde el adiós nunca toma impulso para regresar, se mira un nubarrón allá en el cielo señal de una fuerte tormenta esperando a la mujer que más se quiere. Ella no llegó, pero se conformó con un canto de esos donde El Binomio de Oro resucitaba el amor, y hasta una lágrima mostraba al mundo todo lo que hay por dentro.

Las notas del acordeón de Israel Romero se siguen escuchando dejando constancia de su maestría y recordando que comenzó a tocar solo, teniendo como modelo a su hermano Norberto. Es así como su estreno fue en el Festival Folclórico Patronal de Villanueva, La Guajira, evento anterior al Festival Cuna de Acordeones, donde concursó en la categoría de acordeón infantil ocupando el segundo puesto. También cuando que en la Iglesia Santo Tomás se dañó el órgano, y él con su acordeón acompañaba los cantos litúrgicos. Después, pasados los años las victorias fueron suyas y solamente se escucha: “Pica, pica, Pollo Irra”.

 

Consuelo Araujonoguera declaró ganadora a la canción ‘Nació mi poesía’

Por Juan Rincón Vanegas

@juanrinconv

El 29 de septiembre de 2001 murió Consuelo Araujonoguera, quien supo darle la importancia a los juglares que se encargaban de entregar sus correos cantados por toda la geografía costeña. Desde 1968 todo lo llevó al Festival de la Leyenda Vallenata donde un hombre de 49 años llamado Alejo Durán Díaz, procedente de un pueblo llamado El Paso, cantó que en su pedazo de acordeón tenía el alma prendida. Es más, exaltó a Alicia María Cantillo Mendoza a quien su colega Juancho Polo Valencia adoró mucho.

‘La Cacica’, visionó la importancia de la música vallenata que tiene como compañeros a paseos, merengues, sones y puyas, donde cada acordeonero a su manera expresaba lo que le dictaba su corazón. Para ella, la música representaba mensajes de paz, fraternidad y alegría, siendo fundamental para consolidar este género como identidad de Colombia.

Definir a Consuelo Araujonoguera en pocas palabras no es nada fácil porque tenía claridad en sus conceptos, disciplina, planificación, visión, amor a lo suyo, a lo que sumaba su aporte a la consolidación de la música vallenata.

Sus palabras siguen sonando y se valora todo su aporte. “Aquí creamos y pusimos en marcha la defensa musical de nuestros propios valores y el sólo hecho de que después de 1968, cuando se llevó a cabo el Primer Festival de la Leyenda Vallenata, hayan surgido en toda Colombia muchos más; similares, parecidos, semejantes y en la mayoría de los casos exactamente iguales en contenido y mensaje, es es la refrendación inequívoca de lo que hicimos fue un acierto y lo sigue siendo como factor de unidad étnica y de aglutinamiento espiritual. Y esta, mejor que cualquiera es otra de las muchas conquistas que ha logrado el Festival de la Leyenda Vallenata”.

Nació mi poesía

Entre los hechos que hicieron historia está el Festival de la Leyenda Vallenata del año 1981, en el concurso de la canción vallenata inédita. En aquella ocasión el primer puesto fue declarado desierto. En consecuencia, el segundo lugar le correspondió a la canción ‘Nació mi poesía’ del compositor Fernando Dangond Castro, y el tercero a la obra ‘La superación de un hombre’ de Enrique Acosta Rada. El jurado estuvo integrado por Jaime Olivella Celedón, Fausto Cotes Núñez, Alberto Herazo Palmera, Luciano Dangond Guerra y Enrique Cabas Pumarejo.

Pasados 19 años, exactamente el 24 de febrero del año 2000 mediante la resolución número 054 firmada por Consuelo Araujonoguera, presidenta de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, se revocó la decisión del jurado y se declaró como la canción ganadora, teniendo en cuenta lo siguiente. “Rectificar como nos corresponde, el error cometido y hacer un acto de justicia con la canción ‘Nació mi poesía’ que fue despojada del título que realmente le correspondía”.

Agradecimientos

El médico y compositor Fernando Dangond Castro, sobre este acontecimiento único en la historia del Festival de la Leyenda Vallenata, anotó. “Era muy joven y la canté acompañado del grupo de guitarras Los Kankuis. El publicó me ovacionó, pero el jurado me dejó en el segundo puesto sin haber ningún ganador. Fue un veredicto fuera de lo común, sin lógica numérica, pero lo acepté. La idea era presentar una canción pegada a las entrañas de nuestro amado folclor vallenato y eso se logró”.

Continuó con su relato. “Pasados muchos años y cuando menos lo esperaba teniendo la vocería de Consuelo Araujonoguera, me otorgaron el primer puesto. Eso fue un evento bonito donde agradecí la decisión al declararme como Rey de la Canción Vallenata Inédita del año 1981. Me emocioné mucho por ese gesto de nobleza y generosidad. Definitivamente, Consuelo Araujonoguera entregó su corazón y su alma por nuestro amado folclor vallenato”.

La canción ‘Nació mi poesía’ ya se había consolidado en la voz de Jorge Oñate y el acordeón de Juancho Rois. “Nació mi poesía, como las madrugadas en mi pueblo, ardientes, puras y majestuosas. Mis versos viajeros y libres como el viento, cual astro fugaz del firmamento, en la noche hermosa”.

Consuelo Araujonoguera hizo posible que se le diera el valor a aquella canción escondida en el baúl del ayer, para ponerla en el más alto pedestal del folclor vallenato, y se pudiera cantar. “Porque el folclor de mi Valledupar, donde el amor nace en mil corazones, se eternizó en el alma del Cesar, en la alegría de mil acordeones. Ya no hay casitas de bahareque, se llena el Valle más de luces, no venden ya arepitas, queques, merengues, chiricana y dulces”.

Hace 24 años Consuelo Araujonoguera partió de la vida, dejando una frase premonitoria publicada en El Espectador el 8 de marzo de 1969. “Con el tiempo el vallenato se tomará el mundo”. Ella predijo la expansión global de la música vallenata. Como olvidarla si ella puso la tarea que se sigue cumpliendo al pie de la letra.

Consuelo Araujonoguera, sigue siendo recordada por todas sus hazañas irrepetibles, por haber sido ‘La Cacica’, ‘La Pilonera Mayor’, ‘La Mamá Grande del Vallenato’, Ministra de Cultura o ‘La novia del Valle’, esa que describió de la mejor manera el compositor Wiston Muegues Baquero. “Los vallenatos quedamos en mora, de hacerle un homenaje a la señora, que fuera en vida la novia del Valle, llevó en el alma este folclor tan bello, lo recibió cuando era pequeño le dio su vida hasta volverlo grande”.

Hoy más que nunca se añora a Consuelo, la mujer que le tenía miedo al mar, a los aviones, al dinero y que le gustaba el Salmo 103. “Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre”.

 

Gustavo Gutiérrez sigue comprendiendo que lo más bello es regalar ternura

Por Juan Rincón Vanegas

@juanrinconv

Para sentarse a escribir sobre Gustavo Enrique Gutiérrez Cabello, cuando su vida se asoma a los 86 años, es necesario poner a cabalgar lentamente las palabras para que las arrope la poesía, apareciendo aquellos versos sensibles que pulió desde su juventud estando untados de melodías logrando nacer bellas canciones. Eso es lo que se llama un milagro dirigido desde el corazón del alma.

Ahora, ‘El Flaco de Oro’ poco habla, más medita porque su experiencia lo ha puesto a sentir de cerca el cariño de su pueblo donde la brisa fresca del ayer y ese glorioso canto ‘Rumores de viejas voces’, ganadora del Festival de la Leyenda Vallenata en 1969, lo hacen darle gracias a Dios por haberle concedido el talento justo a sus pretensiones.

En aquella ocasión cantó. “Recuerdo aquellas mañanas que por las calles se oían venir, canciones que con sus versos que al despedirse querían decir. Rumores de viejas voces, de su ambiente regional, no se escucharán los gozos, de su sentido cantar. Ya se alejan las costumbres del viejo Valledupar, no dejes que otro te cambie el sentido musical”.

Es así como por la vida del cantautor Gustavo Gutiérrez Cabello, navega una pesada carga de nostalgias, unida a todos los recuerdos de sus días de parrandas y de las historias de ese amado Valledupar que lo hicieron inspirar. En ese recorrido del sentimiento aparece la frase: “Gustavo Gutiérrez canta en Valledupar cuando sale el sol, nada compara ese encanto solo tu mirar, divino mi amor”.

Esa frase hace parte del vestido de la canción ‘Confidencia’, la misma con que comienza cada una de sus presentaciones en distintos escenarios. Eso lo conllevó a darle rienda suelta al pensamiento donde los besos de todos los días conformaron la más grande cadena de amor. Entonces fue más allá, pidiendo que esos besos fueran hasta la hora de la muerte.

Gustavo Gutiérrez con sus versos nunca engañó a nadie, sino que buscó las mejores estrategias para armar el crucigrama del encanto y envolver en un canto la sensibilidad de la vida. Esa vida que dibujó a su manera teniendo los hechos calcados en su memoria.

A lo anterior le añadió nobleza, talento, carisma y sus deseos de que Valledupar volviera a ser ese remanso de dicha y paz, amenizado con un acordeón o una guitarra, teniendo a su lado una voz romántica.

Es así como la canción ‘Confidencia’ daba y daba vueltas por el entorno y había que aterrizarla para contar su historia, donde no se medía la distancia porque el camino era largo hasta que llegó a morir en el silencio de un dolor en lejanía. Después, en ese mismo entorno nacieron ‘La espina´ y ‘Ensueño’. Él no se volvió a encontrar con la protagonista, pero al tiempo direccionó su corazón naciendo otras canciones ostentando el título de romántico y soñador. También, el sol del amor le resplandeció y atrás quedó el alma herida de aquel hombre solitario.

Así es. Todo sucedió allá por Valledupar donde se escuchaba un lamento triste y la noche era larga, pa’ sollozar. A él, los destellos del amor lo fueron acostumbrando a encontrarse con las penas y a conocerlas, pero también pudo borrarlas como lo hace la lluvia con las huellas.

Desde aquella ocasión el corazón de ‘El Flaco de Oro’ se enamoró mil veces para que los versos pudieran ser guiados por el viento, llegando a un bello paisaje de sol. Es más, se regresó al pasado y notó como las costumbres se iban muriendo en el recuerdo, y entonces las enmarcó en esa nostalgia del viejo Valledupar.

En un instante de su trasegar por la vida vallenata hizo un alto en el camino y dejó de componer, hizo más de 100 canciones, pero no de cantarlas porque ellas siguen siendo guiadas por su sentimiento. Ahora, los recorridos son cercanos, pero su voz tiene el encanto del hombre que libró diversas batallas dibujadas en versos teniendo mil razones y la guitarra, su eterna compañera. Evocando más recuerdos mencionó el momento más emotivo de su carrera, al recibir el homenaje que le tributó el Festival de la Leyenda Vallenata en el 2013. “Algo maravilloso que me llenó de alegría la vida al premiar mi talento y entrega a la música vallenata”.

 

Dejando mi huella

Cuando los días avanzan Enrique ‘Kike’ Gutiérrez, hijo del maestro Gustavo Gutiérrez, en días pasados lo sorprendió al entregar la producción musical ‘Dejando mi huella’, donde aparecen 17 canciones de su autoría.

“Quiero dar a entender que tengo casta musical y también seguir la línea de mi papá. Es el más bello homenaje al poeta y soñador que siempre he tenido en casa, y que me enseñó a amar la música vallenata. Es una gran responsabilidad continuar con su legado. Él está muy feliz con este proyecto musical que se encuentra en las distintas plataformas digitales”, expresó ‘Kike’ Gutiérrez.

Al cierre de la historia el poeta sonrió logrando navegar por el caudaloso río de la alegría, donde descubrió que la esperanza tiene forma de canto, el cual se sobrecogió ante su presencia. Felicitaciones maestro y siga regalando ternura, aunque no es fácil emularlo cuando el corazón se desgaja lentamente, el peso del destino sobrepasa la barrera del adiós y por las manos desfilan dos aves que llenan los ojos de aquella locura feliz.

Paremos la poesía, porque mañana vuelve a salir el sol mostrando un mundo sin límites, donde la música hidrata el pensamiento y los versos del maestro Gustavo Gutiérrez, se arropan con las sábanas de la vida.

 

Regresó el famoso canto: ‘Yo soy Mundial como mi Selección’

Por Juan Rincón Vanegas

@juanrinconv

Cantemos con alegría que se oiga una sola voz que viva la patria mía, que viva la Selección. Como buenos colombianos tenemos que respaldar a nuestro seleccionado que jugará en el Mundial”.

“Gracias Diomedes por ese aporte musical para nuestra Selección”, fueron las palabras de Carlos ‘El Pibe’ Valderrama al escuchar en el año 1994 la canción ‘Yo soy Mundial’ que grabó Diomedes Díaz con Juancho Rois, en la producción discográfica ’26 de mayo’.

La canción en corto tiempo se convirtió en un himno y vuelve a escucharse con mayor furor al combinado colombiano clasificar al Mundial de Canadá, México y Estados Unidos 2026.

Diomedes Díaz era un amante del fútbol y tenía como sus equipos preferidos a la Selección Colombia y al Junior de Barranquilla. Siempre hacía mención de ellos, incluso asistía al estadio Metropolitano ‘Roberto Meléndez’. ‘El Cacique de La Junta’, tuvo gran amistad con muchos futbolistas que hicieron parte de la Selección Colombia y hasta los nombraba en sus discos.

 

Historia de la canción

Cuando la selección Colombia que dirigía Francisco ‘Pacho’ Maturana había adquirido su boleto para estar en el Mundial de Estados Unidos, le hicieron la mencionada canción en ritmo de tamborera que tuvo tres autores, y al final el que más aporte le hizo figuró como compositor. Esto de común acuerdo.

La historia la cuenta el locutor y presentador Jaime Pérez Parodi. “Íbamos en el bus a realizar una presentación y de un momento a otro el acordeonero Juancho Rois y el bajista Rangel ‘El Maño’ Torres, armaron una recocha musical con versos dedicados a la Selección Colombia. Diomedes, al oírlos le gustó y armaron la canción en poco tiempo”.

Siguió recordando esos instantes de mucho sabor musical. “Creía que la canción se había hecho en recocha, pero se la tomaron en serio y la grabaron con el resultado que todos conocen. Se pegó de inmediato e incluso Juancho Rois, decía que esa era la fórmula para que Colombia fuera campeona del mundo”.

De esta manera, la obra que aparece como de la autoría de Diomedes Díaz, se convirtió en interpretación obligada en todas las presentaciones de la agrupación, además los jugadores y el cuerpo técnico enviaron los agradecimientos.

Jaime Pérez, de memoria, citó a algunos de los jugadores a los que les fue dedicada esa canción. Carlos ‘El Pibe’ Valderrama, Óscar Córdoba, Andrés Escobar, Alexis Mendoza, Luis Fernando Herrera, Hernán ‘Carepa’ Gaviria, Gabriel Jaime ‘Barrabas’ Gómez, Antony De Ávila, Harold Lozano, Iván René Valenciano, Adolfo ‘El tren’ Valencia, Faustino Asprilla, Farid Mondragón, Néstor Ortiz, Leonel Álvarez, Luis Carlos Perea, Víctor Hugo Aristizábal, Mauricio ‘Chicho’ Serna’, Serna, Fredy Rincón, Oscar Cortés, Wilson Pérez y José María Pazo.

Al final conceptuó Jaime Pérez Parodi. “Diomedes en cada ocasión que interpretaba la canción tenía un bailaito particular. Nos hacía reír, ni que decir de ‘El gran Martín Elías’ que por estos días estuviera loquito de la alegría, y dispuesto a irse a ver a su querida selección al Mundial que se llevará a cabo el próximo año”.

 

“Es que Colombia, es Colombia”, Martín Elías

Después de 19 años de haber sido grabada por su padre la canción ‘Yo soy mundial’, ‘El gran Martín Elías’ Díaz, retomó la canción para avivar el sentimiento patrio por la Selección Colombia. Esa vez camino al Mundial de Brasil. Lo hizo acompañado del acordeonero Juancho de la Espriella. La canción se grabó en Valledupar y su lanzamiento se hizo el 29 de agosto de 2013, pegando de inmediato.

Esa historia la cuenta el acordeonero Juancho de la Espriella. “Como todos saben Martín Elías era un afiebrado por el fútbol y más por la Selección Colombia, donde todos los jugadores eran sus amigos. Se empecinó en grabar ‘Yo soy mundial’, y así se hizo”.

Enseguida entró el acordeonero a poner de su parte y al lado de Martín Elías, hicieron algunos cambios en la letra, en los arreglos y en los nombres de los jugadores. “Esa fue la sensación y se sentía en todo el trayecto de la canción el amor de Martín Elías por la Selección. En una de las animaciones, dijo. “Es que Colombia es Colombia mi tierra querida y bonita”. Recordar ese momento me dá mucha nostalgia porque tanto el papá como el hijo, no están para ser testigos de una nueva cita mundialista”.

Llegar a esa instancia no fue nada fácil. Nunca la fe había hecho un gol y con la Selección Colombia se logró, y hoy al llegar la calma todo un país celebra. “Me da alegría porque la canción en ambas versiones regresó para celebrar este acontecimiento que llena de orgullo a todos los colombianos”, cerró diciendo Juancho de la Espriella.

Se vive nuevamente un momento glorioso al estar Colombia clasificada al Mundial de Fútbol y la canción sigue sonando como agradecimiento a este puñado de jugadores que con disciplina, unión y talento entregaron hasta el alma por un país que necesita de esta clase de alegrías, teniendo un balón al lado del corazón.

Capitán James Rodríguez, las gracias de Colombia son más grandes que los cantos vallenatos, que el grito del primer gol ante Bolivia y de la emoción que regala el alma cuando se despierta en el centro del campo. “Ae, ae, ae, ao Colombia se sobró. Yo soy Mundial, yo soy Mundial como mi Selección”.

¡Estos son los ganadores de la edición 38 del Festival de Música Vallenata en Guitarra!

A través de sus redes sociales, el 38 Festival de Música Vallenata en Guitarra publicó el listado de los ganadores de esta edición en las diferentes categorías.

“Su talento, disciplina y amor por nuestra cultura hicieron vibrar a Codazzi, demostrando que la música en guitarra sigue siendo el alma de nuestras tradiciones”, se lee en el comunicado oficial.

🏆 Tríos Categoría Infantil

1️⃣ Trío Fuerza Musical – Codazzi
2️⃣ Trío Nueva Generación – Codazzi
3️⃣ Trío Cuerda Viva – Codazzi

🏆 Tríos Categoría Juvenil

1️⃣ Trío de Oro – Codazzi
2️⃣ Trío Alma Vallenata – Codazzi
3️⃣ Trío Olimpo – Codazzi

🏆 Tríos Categoría Aficionado

1️⃣ Trío Hermanos Durán – Ciénaga
2️⃣ Trío Impacto – Codazzi
3️⃣ Trío Caribe – Ciénaga

🏆 Tríos Categoría Profesional

1️⃣ Trío Tairona – Ciénaga
2️⃣ Trío Con Sentido de Pertenencia – Ciénaga
3️⃣ Trío Los Cardenales – Barranquilla

🎼 Canciones Inéditas

🥇 “Camino al pueblo” – Autor Alfredo Barreneche (Codazzi)
🥈 “Tren de la felicidad” – Autor Alexander Vásquez (La Jagua de Ibirico)
🥉 “Eso no es pa’ cualquiera” – Autor Ricardo Paul Pacheco (Cartagena)

Gobierno del Cesar entregó 20 acordeones al rey vallenato Iván Zuleta para niños de escasos recursos

Con una firme apuesta por el fortalecimiento del folclor y la transformación social a través de la cultura, el Gobierno del Cesar, liderado por la gobernadora Elvia Milena Sanjuan Dávila, hizo entrega de 20 nuevos acordeones al rey vallenato profesional 2025, Iván Zuleta, como respaldo a la iniciativa que el artista viene liderando desde que recibió la corona: recolectar instrumentos para niños con talento, pasión, de escasos recursos.

Con esta donación, la meta propuesta de reunir 50 acordeones ha sido superada, llegando a un total de 60, los cuales serán entregados por Iván Zuleta a niñas y niños que cumplan con criterios definidos: deben tener habilidades básicas para tocar el instrumento, demostrar compromiso y, sobre todo, ganas de salir adelante.

“En cualquier pueblo puede nacer un rey”, aseguró Iván Zuleta durante el acto de entrega, en el que entre versos y palabras sentidas agradeció al Gobierno del Cesar por sumarse a esta causa que ya ha tocado corazones y voluntades en todo el país.

“Voy a ser muy riguroso con la entrega. Quiero que estos acordeones queden en las manos correctas, en manos que realmente los valoren y los conviertan en un camino de vida”, afirmó el artista.

Por su parte, la gobernadora, Elvia Milena Sanjuan, destacó que esta entrega es reflejo del compromiso de su administración con la identidad cultural del Cesar: “Esta es la mayor riqueza que tenemos. Y estoy convencida de que apoyar esta causa es sembrar esperanza, preservar el legado vallenato y asegurar que nuestra música siga inspirando a nuevas generaciones”.

El presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata también estuvo presente en el evento, realizado en el edificio de la Gobernación del Cesar, y reconoció esta donación como una de las más significativas para el folclor.

Todas estas acciones, que apuntan a fortalecer el vallenato desde las bases, quedarán resguardadas en el Centro Cultural y de Convenciones de la Música Vallenata, CCMV, un espacio que abrirá sus puertas y será el nuevo templo del vallenato. Hoy el folclor está más vivo que nunca, y su futuro ya tiene un lugar seguro.

El Gobierno del Cesar cree, protege y promueve la cultura como camino para construir sociedad.