Omar Geles comenzó con la canción ‘Te esperaré’, hasta ‘Lo que vivió mamá’

Por Juan Rincón Vanegas

@juanrinconv

En el año 1986 Omar Antonio Geles Suárez, compuso su primera canción siendo la causa principal un dolor muy grande en su corazón, producto de la tristeza porque a su ‘Mona linda’ (Liliana Carrillo), la habían enviado a estudiar al exterior, exactamente a Londres, capital de Inglaterra. Entonces, sabiendo que ella estaba lejos, le regaló una canción que terminó siendo su primer éxito.

Por eso con el alma en la mano, cantó. “Ay, si ésta es la verdad por qué voy a negarla. Estoy enamorado de unos ojos bellos. Primera vez que me entrego con toda el alma, y no puedo ocultarlo; es verdad que te quiero”. Así fue el comienzo de una carrera musical que sumó 38 años.

La canción titulada ‘Te esperaré’, quien inicialmente apareció como autor su hermano Juan Manuel Geles, la grabó al lado del cantante Miguel Morales. “Mi mona linda, pero yo te esperaré, aunque esperar me cueste, tú te lo mereces yo te esperaré”.

Desde muy niño Omar Geles tuvo a su lado la estrella que iluminaba su vida. Nunca negó de donde venía y el esfuerzo constante para salir adelante. Entretanto, primó la sabiduría en sus propias canciones para poder contar los destellos del amor y sus aventuras arropadas con la versatilidad de su musa.

El día de la entrevista, con su amabilidad característica se sentó a narrar su vida y obra musical. “Nunca me preparé para superar los años de mi carrera. Todo se debió a la pasión que tengo por la música y eso es vital para vencer los obstáculos que han sido muchos, pero siempre he estado agarrado de la mano de Dios”.

Desde que compuso su primera canción no hubo año en que no pusiera a sonar en las estaciones radiales al menos un éxito, teniendo la virtud de componer canciones para el cantante tradicional hasta llegar al más moderno. Entre el listado de sus canciones sobresale ‘Los caminos de la vida’, la misma que ha sonado en los lugares menos pensados del mundo. Toda una proeza musical difícil de igualar.

En esa canción arropó todos los sentimientos centrando su pensamiento en las dificultades que le trazó la vida y el deseo de cuidar a una madre noble y buena, quien luchó para sacarlo adelante, así el camino estuviera lleno de espinas. El secreto se basó en creer, teniendo de esta manera la mitad de la vía despejada.

El legado

En aquel diálogo pensó cuando le tocara despedirse de la vida. “Quiero dejar un legado de enseñanza a los jóvenes para que se inclinen por hacer música. Me gustaría que me recuerden más por la pasión que le tengo a la música, que por los éxitos y resultados que he obtenido que son muchos, uno de ellos ser Rey Vallenato en el año 1989”.

Enseguida recalcó. “Le agradezco mucho a Dios por mi carrera porque soy una persona que no estudió poesía o leyó libros. Con lo poquito que aprendí en el colegio me inspiro para seguir escribiendo canciones y he tenido la aceptación total”.

Omar Geles no solamente tocó el acordeón, como lo mandó Diomedes Díaz en aquella célebre presentación, sino dejó explicado que la inspiración solamente requiere que le den trabajo para girar en el cerebro, y enseguida producir cantos parecidos a ostias musicales.

Él tuvo la virtud, desde una palabra comenzar a construir una canción y si había una historia le ponía el libreto preciso, para que diera las mejores vueltas por el mundo vallenato. Todo era posible cuando se agarraba de sus vivencias, sentimientos y podía maniobrar entre la realidad del acontecimiento. Además, para componer tenía la virtud de mover el tiempo de su vida sin mirar las horas. Mejor, aprovechaba el momento para romper las sombras y alcanzar la imagen ideal.

A Omar Geles el tiempo nunca le alcanzaba para contar los hechos que desencadenaron en canciones, porque en el mismo instante anotaba algo y era el comienzo de todo. Siempre recalcaba que lo suyo era pasión. Algo así como un eco que venía del infinito para poder soñar despierto.

“Desde que conocí el acordeón me encariñé con su sonido y a la par comencé a cantar esos temas de los juglares que nos marcaron el camino del folclor. Después, llegó mi etapa de compositor donde sobresalí. También me incliné por ser cantante y pude triunfar”, anotó.

 

Genio de la composición

Era un genio para componer y tenía su mejor letra y sentido musical porque provenía de la realidad, donde el corazón palpitaba sin pausa, para por ejemplo poder cantar con emoción. ¿Y cómo le pago a mi Dios? ¿Cómo le pago yo, por tenerte a mi lado? ¿Cómo le agradezco yo, sí lo que ahora me dio nunca me lo había dado?

Aquella canción ‘Te esperaré fue el comienzo de la carrera musical de Omar Geles, quien entregó los mejores frutos en corto plazo. Ahora, se añoran esos recuerdos donde las miradas son lejanas, pero con fe se aguarda cada mañana para que sus cantos permanezcan prendidos en el alma vallenata.

Precisamente, 11 días antes de Omar Geles despedirse de la vida, hecho que sucedió el 21 de mayo de 2024, había lanzado la canción ‘Lo que vivió mamá’, un testimonio lleno de amor para dos mujeres. La autora de sus días Hilda Suárez, y su esposa Maren García. Al comienzo de la canción, dijo. “Esto es para tí mamá y para tí compañera de mi vida”. Al escuchar esa obra musical las lágrimas se presentaron, logrando que la tristeza estuviera en primera fila y el dolor no pudiera esconderse en la soledad.

La música vallenata sigue girando, pero el recuerdo de Omar Geles ha quedado estampado en cada corazón que supo de las notas de su acordeón, y sus cientos de canciones untadas de realidades. Ante su ausencia no se puede pintar el mundo con mil colores, porque todo está en blanco y negro.

El baile de Silvestre Dangond apenas comienza

Por Juan Rincón Vanegas

@juanrinconv

El artista Silvestre Francisco Dangond Corrales nunca pensó aquella noche del 16 de julio de 2002, cuando se presentó en el corregimiento del Carmen, municipio de El Paso, Cesar, siendo dejado casi solo que con el paso del tiempo iba a llegar tan lejos gracias a su talento, carisma y capacidad musical.

Entonces, después de tantos malabares y de poner su voz a dar vueltas en distintos escenarios ganando reconocimientos, como tres Premios Grammy Latino, regresa tomado de la mano del acordeonero Juancho de la Espriella, el mismo que hace 10 años andaba por otro camino. Se encontraron y grabaron la producción musical ‘El último baile’ con canciones untadas de antología, dulzura, amor y felicidad.

Precisamente esas canciones comenzaron a escucharse en una fecha especial, el pasado 12 de mayo, día del cumpleaños de Silvestre Dangond. Él, vez de recibir regalos entregó su corazón envuelto en notas de acordeón y donde continúan desfilando 13 canciones con mensajes nacidos del alma de distintos compositores.

Este nuevo recuentro Juan Mario de la Espriella lo definió de la siguiente manera. “El recuentro era soñado por millones de seguidores y gracias a Dios se cumplió en el momento preciso. Nosotros, primero en la grabación nos dimos gusto, sabiendo que llegaría directo al corazón de todos. La alegría es grande y lo merecíamos por todo lo que hicimos en años anteriores donde grabamos siete producciones musicales. Esto es una obra de arte musical por todo el proceso creativo”.

 

Propósito emocional

En medio de los sentimientos encontrados donde el corazón no pidió permiso y el pensamiento se tomó entre las manos, Silvestre Dangond con una sonrisa que se repetía a cada instante, confesó. “Con los deseos del corazón nunca se pelea porque siempre perdemos. De verdad, esta producción musical con Juancho de la Espriella, a quien agradezco, no competirá con ninguna. Su propósito es emocional, genuino y se entrega para que todos la disfruten con el alma. Se hizo durante siete meses en un ambiente intimo e irrepetible”.

La gran sorpresa entre las canciones grabadas, exactamente el merengue ‘Secreto raro’ de la autoría de Luis Enrique Martínez, es la invitación de Silvestre Dangond a su señor padre William José ‘El palomo’ Dangond Baquero, para que lo acompaña en el canto.

El legendario cantante al indagarlo se quedó corto de palabras y las lágrimas sin detenerse hicieron un recorrido por sus mejillas. “Le sigo agradeciendo a Dios por todo, y más a mi hijo Silvestre al convocarme a cantar. Siempre ha tenido mi respaldo porque es la continuidad de mi carrera musical y con todos los honores. Muchas gracias al Silvestrismo”.

Las luchas de Silvestre

Todo comenzó el 28 de febrero de 2022 cuando Silvestre Dangond grabó su primera producción musical ‘Tanto para ti, al lado del acordeonero Román López, sabiendo con su voz descifrar el rompecabezas que le pusieron los compositores y cuya fijación estaba en graficar los acontecimientos cotidianos donde no existía ninguna tregua y el amor tampoco encontraba el cielo. Eran metáforas expresando la eternidad del sentimiento estando el camino bendecido.

En ese campo el artista urumitero se desenvolvió como pez en el agua, saliendo victorioso porque interpretó el sentimiento popular, ese que se la pasa dándole vueltas a la vida sin rumbo fijo, pero que tiene la virtud de causar las alegrías o las tristezas en el tiempo justo.

En artista no quiso regresarse a ese lejano ayer, sino que anotó muy convencido. “Quiero seguir viviendo los momentos que me regala la vida al lado de todos y cantando lo que me gusta. Más ahora, cuando veo el agradecimiento general a lo que hago. Eso sí, teniendo a Dios en primer lugar. Dios es mi guía, mi amparo y mi fortaleza. Con Dios todo es posible”.

Todo lo resumió en seguir viviendo el presente, dedicado a su arte, llevando alegrías a distintas partes del mundo y complaciendo a esos miles de seguidores que hacen parte de su entorno artístico. “El silvestrismo es mi motor de vida, mi aliento de todos los días y los que nunca me abandonan”.

A Silvestre Dangond, el hijo de William José Dangond Baquero y Dellys Corrales Rojas, lo caracteriza su sinceridad y recuerda la insistencia de sus padres para que fuera arquitecto, pero en el camino de la vida el canto le construyó la mejor maqueta. De esta manera, graficó su obra musical en una sola frase. “Eso es lo que se vive, piensa y siente”.

Ahora se dedica esencialmente a contar los días cuando se volverá a encontrar con sus seguidores. Claro, teniendo los mejores trazos bordados con hilos de color rojo, el propio del Silvestrismo. Esos mismos que se reflejan en cada paso del artista que un día salió de su tierra Urumita, La Guajira, para elevar en lo más alto la cometa del folclor. Esa misma que hoy vuela guiada por los vientos que soplan en sentido favorable hasta caer en la pista de las mejores añoranzas.

Definitivamente, el anunciado baile apenas comienza y se hará sentir en el Parque de la Leyenda Vallenata ‘Consuelo Araujonoguera’ de Valledupar, durante los días 30, 31 de mayo y primero de junio de 2025, donde la historia musical de Silvestre Dangond volverá a hacerse sentir cuando su voz despierte todos los sentidos para llenarse de plena felicidad. Después, el corazón galopará hasta cuando cierren el acto de ‘El último baile’ y todos a voz en cuello digan. “Gracias Silvestre Dangond”.

 

Iván Zuleta, el pequeño valiente del acordeón que se convirtió en Rey Vallenato

Por Juan Rincón Vanegas

@juanrinconv

Iván Zuleta Barros es flaco, bajito, pero con el corazón más grande para amar el vallenato raizal gracias a su dinastía. Es una máquina para hablar con claridad, y más ahora cuando alcanzó el máximo honor de ser Rey Vallenato, teniendo la mayoría de canciones pertenecientes a su abuelo Emiliano Antonio Zuleta Baquero, el mismo de la canción ‘La gota fría’, quien le marcó el camino para tocar el acordeón y versear.

Es así como durante seis meses construyó su ilusión de ser el Rey Vallenato del 58° Festival de la Leyenda Vallenata en homenaje al maestro Omar Geles, teniendo como aliados a sus compañeros Widinson Enrique Arias Martínez, en la caja y Jaider David Daza Bolaño, en la guacharaca. Todo comenzó el martes cinco de noviembre de 2024.

En ese sentido fijó el pensamiento en su abuelo Emiliano Zuleta Baquero, quien fue un verdadero gladiador viviendo de competencia en competencia y se enfrentó a Lorenzo Morales, Toño Salas, Juancho Polo Valencia y Francisco ‘Chico’ Bolaño. También buscó sus canciones, algunas de ellas las utilizó en la competencia festivalera.

De esta manera, dentro del repertorio de más de 40 canciones preparadas, en la final para enfrentar a sus cinco contrincantes Javier Rodrigo Álvarez Orozco, Edgardo Alonso Bolaño Gnecco, Jairo Andrés de la Ossa Otero, Omar Alberto Hernández Brochero y Camilo Andrés Molina Luna, optó por interpretar el paseo, ‘El Gallo viejo’ y el merengue ‘La Pule’, ambos de Emiliano Zuleta Baquero; el son ‘María Jesús’, de Antonio ‘El negro’ Llerena y la puya, ‘A la dinastía Zuleta’ de su autoría.

Iván Zuleta con la emoción a todo galope, le dedicó su triunfo a Consuelo Araujonoguera, ‘La Cacica’, quien en Valledupar les abrió el mayor espacio a los acordeoneros con la creación del Festival de la Leyenda Vallenata en el año 1968. Ese que muchos llamaron “Embeleco”, pero ella desde el cielo sigue cantando victoria.

Así mismo señaló. “Tuve seis meses de preparación, de sudor, de sacrificios, luchas y esfuerzo que valieron la pena. La palabra dice que Dios premia al que se esfuerza y es valiente. Eso hice yo, al lado de mis compañeros veteranos en finales del Festival de la Leyenda Vallenata, a quienes les agradezco por estar a mi lado y por sus consejos”.

 

Sin dejar de hablar, recalcó. “No quiero ser un Rey Vallenato del montón que tiene la corona en una gaveta y no aparece más. Me encargaré de defender el vallenato raizal, ese que marcó Alejo Durán, Calixto Ochoa, ‘Colacho’ Mendoza, Luis Enrique Martínez y Miguel López, Alfredo Gutiérrez, Náfer Durán y ‘Chema’ Ramos, entre otros. También dedicarme a obras sociales que deber ser el propósito de un Rey Vallenato”.

Durante el diálogo insistió que se sostuvo hasta el final con el vallenato tradicional, poniendo como ejemplo a los Reyes Vallenatos Alejo Durán y Alberto ‘Beto’ Rada. “Dos maestros que cuando se presentaron en el Festival de la Leyenda Vallenata, sentaron cátedra como se toca una puya y un son. Eso no se inventa y no hay que correr para ganar tocando el acordeón. Por eso defendí lo raizal y gané. Lo que viene ahora es conformar mi propia agrupación musical y haré un casting para escoger al cantante”.

Anhelado triunfo

Definitivamente Iván Zuleta Barros, fue un pequeño valiente del acordeón que se aventuró a ir en busca del triunfo anhelado de ser Rey Vallenato Profesional. Antes, había sido Rey Infantil y Rey Aficionado en los años 1988 y 1994, respectivamente.

Lo logró y se cumplió lo indicado por la Biblia en San Mateo Capítulo 20, Versículo 16, donde señala que los últimos serán los primeros. A él por orden alfabético le correspondió cerrar la competencia en los distintos escenarios, y sus seguidores lo esperaron para verlo tocar su acordeón y cumplir su sueño que había aplazado por varios años.

Ante esta verdad, indicó que le había cambiado la vida porque ya no era lo mismo ver llegar a cualquier lugar al acordeonero, sino que tenía el rango de Rey Vallenato. “Esa es otra cosa porque la corona tiene un alto valor nacional e internacional. Ahora, es que viene lo mejor y tengo toda la disposición para servir”.

Iván no se cansa de contar sobre lo que pasó antes, durante y después del Festival de la Leyenda Vallenata, donde se graduó como acordeonero y rindió homenaje a la dinastía Zuleta. También, entre esas añoranzas apareció un verso que le dedicó Diomedes Díaz, ‘El Cacique de La Junta’, en la época cuando era el acordeonero de su conjunto. “Oye Iván tu bien sabéis, siendo yo también un buen muchacho, que usted es el próximo rey, del Festival Vallenato”. Iván en aquella ocasión le respondió. “Diomedes también sabéis que te lo voy a cantá, y el Long Play se vá llamá, El Cacique con el Rey”.

En medio de la emoción por el memorable triunfo la noche del tres de mayo de 2025, recordó que su primer acordeón se lo regaló Alberto ‘Beto’ Villa. Así mismo, regaló un verso que define todo, pero antes anotó que no tiene intención de concursar en Piquería Mayor, porque solamente la tiene como afición.

Yo les dí con el carey, y el pueblo me amaba tanto, y aquí está cantando el Rey, del Festival Vallenato”. No había a otra opción, sino que Iván Zuleta, el hijo de Urumita, La Guajira, el consentido de sus padres Fabio Zuleta y Denia ‘Ñeña’ Barros, colgara ese recuerdo en su alma, para dar lugar a que los sentimientos le hicieran juego a la memoria. Entonces pudo meditar sobre las horas felices compartidas donde el silencio hasta se inspiraba.

 

Este es el cuadro de reyes del 58 Festival de la Leyenda Vallenata

ACORDEÓN INFANTIL
1. John Emiliano Olmos Prieto
2. César David Pestana Álvarez
3. Manzur Aljure Mosquera

ACORDEÓN JUVENIL
1. Santiago David Oñate Quintero
2. Samuel Arzuaga Robles
3. Santiago Alberto Diez Arévalo

ACORDEÓN AFICIONADO
1. Gregorio Javier Gutiérrez
2. Juan Sebastián López Pereira
3. Juan Manuel Martínez Figueroa

ACORDEÓN PROFESIONAL
1. Iván Zuleta
2. Jairo Andrés De La Ossa Otero
3. Camilo Andrés Molina Luna.

ACORDEONERA MENOR
1. María José Pérez
2. Laura Patricia Moreno Ortega
3. Sara Valentina Mora Mangones

REINA MAYOR
1. Heinis Yulieht Gulfo Palma
2. Miriam Katherine Méndez Guerra
3. Jenifer Mercedes Aragón García

REY PIQUERIA MENOR
1. Julio César Hoyos Olmos
2. Calianys Ángeles Guanipa Álvarez
3. Joseph Julián Arcos Delgado

PIQUERIA MAYOR
1. Julio Andrés Gil Barrios
2. Starlin Periñán
3. Leimer Javier Cárdenas

CANCIÓN INÉDITA
1. Vallenato y carnaval- paseo – Michael Alexander García
2. Caminando entre gigantes – paseo – Dagoberto Orozco
3. Bendito Valle – paseo – Esteban Nieto Berrocal

Piloneras Mayores

1.- Fundación artística Nabusimake

2.- El Pilón De Migue

3.-  Río Luna

Piloneras Juveniles

1.- Los caminos de la vida

2.- Institución educativa Nacional Loperena

3.- Pilón Joseumar

Piloneras Infantiles

1.- Hogar del Niño

2.- Los pequeños del balcón

3.- Piloneritos Colsafa

ExpoFestival vuelve más grande y con innovaciones este abril de 2025

En esta nueva edición, ExpoFestival se proyecta con más fuerza que nunca: cerca de 500 emprendedores, empresarios y artesanos de Valledupar, más los 55 puestos participantes de alcaldías aliadas de Bosconia, La Paz, Becerril y La Jagua de Ibirico, este evento fortalece el desarrollo económico local y exalta el patrimonio cultural de la región.  En esta nueva edición de ExpoFestival 2025, del 1 al 4 de mayo, la Cámara de Comercio de Valledupar sigue consolidándose como la vitrina comercial y turística más importante del Festival de la Leyenda Vallenata.

Crecimiento con equidad: los criterios de selección

La selección de los participantes se realizó bajo criterios técnicos que priorizaron la formalización empresarial vigente (2024-2025), la trayectoria en versiones anteriores con crecimiento demostrado, el potencial de impacto comercial y una representación sectorial equilibrada.

Esta edición destaca tanto a empresas consolidadas como a nuevos emprendimientos formalizados con alto potencial de crecimiento, reflejando el compromiso del evento con la equidad, la renovación y la inclusión regional.

 

Sectores y clústers: una feria para todos los sentidos

Los sectores más representativos en 2025 son:

Artesanías (31%)

Gastronomía (24%)

Textil y confección (16%)

Salud y belleza (11%)

Además de turismo, tecnología, educación, hogar, bisutería y accesorios, con participaciones menores pero relevantes.

 

Una de las grandes novedades será la activación de los clústeres estratégicos de la región, liderados por el proyecto ZASCA, que ofrecerán experiencias sensoriales únicas como:

Café: “El aroma del origen”

Cacao: “Un placer ancestral”

Lácteos: “La cava de los sentidos”

Estos espacios permitirán a los asistentes vivir una experiencia sensorial con los saberes y tradiciones del Cesar, impulsando el consumo local y el reconocimiento del patrimonio cultural.

 

Impacto creciente

 

Desde su prueba piloto en 2021, ExpoFestival ha tenido un crecimiento sostenido:

 

Año Visitantes Stands Ventas ($) Empleos
2021 39.000 325 283 millones 626
2022 160.000 508 273 millones 744
2023 149.000 400 635 millones 1.198
2024 166.000 420 630 millones 1.200

 

Para 2025, se espera superar estas cifras gracias a una mayor diversificación sectorial, una sólida participación de clústers productivos y un contexto turístico altamente favorable.

Turismo, conectividad y oportunidad

El entorno turístico sigue siendo clave para el éxito del evento. En 2024, Valledupar registró:

6.821 pasajeros aéreos (aumento respecto a 2023)

18.057 pasajeros terrestres, a través de la terminal de transportes

79% de ocupación hotelera

Para este año, cuatro aerolíneas comerciales operarán rutas desde Bogotá, Medellín, Barranquilla y Bucaramanga: Avianca, LATAM, CLIC y Satena, lo que refuerza a Valledupar como un destino turístico, comercial y cultural de alto impacto.

ExpoFestival 2025 es un homenaje al talento, la creatividad y el empuje de los emprendedores del Cesar. Una plataforma para soñar en grande, crecer con identidad y seguir construyendo un territorio más competitivo, diverso y conectado con su gente.

El Rey Vallenato Nafer Durán sin su acordeón no sabe estar

-El juglar suma 92 años de experiencias vividas, que son su mayor tesoro en el folclor que le ha dado múltiples satisfacciones-

Por Juan Rincón Vanegas

@juanrinconv

El Rey Vallenato Náfer Santiago Durán Díaz, a sus 92 años, nació el 26 de diciembre de 1932, en el Paso, Magdalena, ha demostrado no saber estar sin su amado acordeón. Ha sido su gran aliado para poner en lo más alto su dinastía y llevar interesantes mensajes cantados que han perdurado, siendo grabados por los más grandes intérpretes comenzando por Diomedes Díaz y cerrando con Silvestre Dangond.

Precisamente hace varios días estuvo en Valledupar recibiendo un homenaje por parte de la Cámara de Comercio volviéndose a poner su acordeón al pecho, que le parece un juguete para interpretar su canción insignia en tono menor, ‘Sin ti’, añadiéndolo dos más, ‘Con sentimiento’ y ‘La grabadora’.

Con la pausa que dan los años y con su sombrero elegante, señaló. “Recibir a mi edad un nuevo homenaje me llena de satisfacción porque pone de presente que puse mi talento al servicio del vallenato puro, ese que quieren acabar, pero no han podido. Y dígalo, sigo firme con mi acordeón hasta que Dios me lleve a su santo reino. Todos los días le doy gracias por la vida y todo lo que me ha dado al lado de mi familia”.

De igual manera, en su hoja de vida folclórica, se registra la gesta cuando se coronó como Rey Vallenato en 1976 y siete años después fue en busca de la segunda en el Festival de la Leyenda Vallenata, pero el jurado le dijo que era el mejor, declarándolo “Fuera de concurso”. Enseguida comento. “Llegar a esos lugares de honor es producto del amor al folclor vallenato que sigo defendiendo aunque ya las fuerzas no son las mismas, pero no dejó de tocar mi acordeón”.

Continuó hablando de canciones y aseveró que todavía compone dedicándole una al Altísimo, la cual entre sus versos dice. “Eres mi Dios bondadoso y alabado, en el mundo no tienes comparación, mi Dios bendito no mires mi pecado, para que así me concedas el perdón”.

Los recuerdos le hacían cola y reseñó dos canciones más. Se trata del merengue ‘La fiera’ y la puya, ‘La Navidad’. “Tengo muchas y no he dejado de componer porque eso me alegra mucho y me recuerda de dónde vengo y lo que soy gracias a Dios”.

Naferito, volvió a hacerse sentir y demostrar que la edad no es impedimento para darle alegrías a su corazón, al que acompaña desde hace dos años un marcapasos. “Me ha salido bueno y lo pechicho con las notas de mi acordeón”, indica riéndose.

 

El amor de su vida

En las remembranzas con el viejo juglar que ahora camina a paso lento y sus palabras son medidas, llegó el amor de su vida, Rosibel Escorcia Mure, quien por 67 años ha estado a su lado en medio de tristezas y alegrías. La emoción lo acompañó y expresó. “Rosibel, mi esposa, nació en Chiriguaná. A sus 20 años se me atravesó en el corazón y comenzamos a vivir. Le hice solamente la canción ‘Sin ti’, pero le regalé 12 hijos que han sido la mayor felicidad de nuestras vidas”.

Abrió sus ojos y le estaban brillando porque había relatado la epopeya de esos amores donde el eco de su voz llegaba más allá del silencio. Bella añoranza que abonó los recuerdos de una pareja donde la esperanza ganó la partida, haciendo posible que el sentimiento surgiera sin medida.

Cuando el sol se hacía sentir y el calor llegaba sin pedir permiso Náfer Durán, añoro a su pueblo, El Paso. “Quiero vivir tranquilo debajo de un frondoso palo de mango y acostado en una hamaca, solamente pensando en las bendiciones que Dios me ha regalado a lo largo de la vida y que broten esos cantos con letras salidas del corazón”.

Al preguntarle sobre las satisfacciones recibidas en su larga carrera de juglar se quedó con su dinastía, su familia, el triunfo en el Festival de la Leyenda Vallenata, los viajes que hizo al exterior llevando la bandera del vallenato, las canciones que le grabaron. Además, el amor a su querida tierra, a la cual le regaló varias canciones entre ellas ‘Mi patria chica’. “MI agradecimiento es total a todos mis familiares, paisanos, amigos y seguidores, porque sin ellos no hubiera sobresalido”.

Entonces abrió un nuevo espacio para el ayer. “Antes, la música no tenía tanto valor, era del agrado de parranderos en un círculo muy pequeño. Ahora es diferente porque gusta y los intérpretes ganan una cantidad de dinero. Antes, eran más los trasnochos y los largos viajes en burros, caballos, lanchas o buses destartalados. La plata poco se veía. Eso sí, por donde iba el corazón andaba y se llenaba de emoción”.

Al final del diálogo sincero y ameno, al maestro Naferito, se le pidió interpretar una de sus canciones que le ha traído satisfacciones. No lo pensó dos veces, citando  a ‘La grabadora’, agradeciendo a Silvestre Dangond con Juancho de la Espriella por habérsela grabado en el año 2011.De inmediato hizo una petición. “Déjame cuadrar mi machete”, Se refería a su acordeón.

No más lo hizo tocó y canto. “Reclama la grabadora, la rutina de Naferito, que se escuchara por disco, su linda nota sonora. Yo soy el negro Durán, el que llaman Naferito, los que escucharan por disco, mi música popular”.

 

El hermano de Alejo Durán, se quedó pensativo con toda su carga de experiencias y nostalgias, intentando congelar en su corazón ese cúmulo de alegrías que son el mayor registro de aquel testamento donde se entrelazan todos los sentimientos teniendo al frente el jardín del alma.

Gracias Naferito y que la vida te regale más vida, para seguir dando testimonio de esos hechos cantados donde puedas decir como en tu puya. “Déjala vení que ya estoy aquí”…